Hoy os voy a hablar un poquito sobre Chicago y su escena, sobre todo de cuatro grupos en particular, estrechamente conectados entre ellos y que fueron capaces de darle notoriedad a Chicago más allá de Common Sense, Da Brat o más recientemente Kanye West, Lupe Fiasco o The Cool Kids.
Chicago, a pesar de encontrarse relativamente cerca de NY, y por tanto, de verse empapada por el East Coast, destaca precisamente por la carencia de uniformidad respecto a otras ciudades, es decir, por la ausencia de una escena semejante y compacta. Esto ha dado lugar a una ciudad rica en estilos, capaz de albergar hardcore rappers que miran directamente a NYC, tipos que coquetean descaradamente con el mainstream o gangsta rappers con el ojo puesto en la Bahía y L.A. como inspiración.
Y de estos últimos es de lo que nos vamos a encargar en este post, centrándonos básicamente en el grupo más famoso de todos ellos, Do or Die, y ampliando el cerco a sus más estrechos colaboradores en las siguientes entradas, esto es, Twista, Crucial Conflict, Johnny P y Snypaz.
Do or Die se formaron en los primeros 90 en las calles de Chi-Town, Illinois. Claramente influenciados por el G-Funk y la Bahía, en 1996 aparecieron de la nada (sólo un single les predecía, Get That Paper) con el excelente Picture This, nada más y nada menos que a través del SELLO, Rap-A-Lot. La filosofía del álbum, así como la del grupo, es clara, y así lo corroboran desde el primer tema:
Tal como su nombre indica Do 0r Die apuestan por una filosofía basada en la supervivencia, el aprovechar cada momento, basado en la conciencia (heredada de las calles) de que todo empieza y todo acaba: en el ghetto (y por eliminación, en cualquier ghetto de USA) se trata de una cuestión de Kill or be Killed.
Por tanto, el discurso de Do or Die se adhiere sin fisuras al gangsta rap más puro, el de reflejar en disco la vida en las calles del barrio al que perteneces, sin obviar la clara glorificación y ostentación del estilo vida inherente a esta forma de supervivencia (thug life, money, hoes & clothes); y también sin olvidar (pues no podía faltar en disco G que se precie), a los soldados caídos en el transcurro de esas guerras internas por el control de los barrios que asolan cualquier ghetto norteamericano.
Pero no os llevéis a equivocación, los tópicos están ahí, sin duda, pero Do or Die consiguen, pese a dichos tópicos, destacar claramente frente a otros rivales.
¿Cómo es posible si ninguno de ellos destaca por un nivel lírico a la altura de los grandes de este género? Pues a través de la cuidada construcción de cada tema, tanto a nivel musical como en la ejecución vocal de sus versos. La capacidad para crear una atmósfera mellow y chill capaz de absorberte e introducirte dentro de sus baladas es el porqué de la importancia de Do or Die, y también el hecho de que me flipen tantos sus temas, tal como su gran éxito Po' Pimp se encarga de corroborar.
Ahora bien, ¿No os recuerda a alguien? Estoy seguro de que los amantes del west habeis pensado rápidamente en cierto grupo de Cleveland firmado por Ruthless Records en el 94. Cierto, cierto, otro de los motivos por los que Do or Die fueron tan conocidos es por su parecido con Bone Thugs-N-Harmony. Tremendamente influenciados por ellos (pero no únicamente, como veremos más adelante), Do or Die sobresalen por sus rapeos ultrarápidos, smooth, a medio camino entre el rapeo y el canto, con predominio del tongue-twistin', acompañado por unos pulmones de acero, en resumen, las caraterísticas que capapultaron a la fama a BTNH. Es más, también fue el origen de beefs entre ellos y que Bone les dedicara algún que otro diss a Do or Die y Crucial Conflict, con respuestas incluidas. Beefs que no voy a incluir aquí por irrelevantes en la importancia del grupo.
El estribillo es crema
Beefs al margen, su segundo álbum, Headz or Tail ahonda en la filosofía abocetada en el primer LP (de nuevo el título del álbum es cristalino en esto), así como somos testigos del crecimiento a nivel vocal del grupo, más compenetrados y aún más capacitados para desarrollar con total claridad (y calidad) rapeos a doble tiempo a alta velocidad conjugados con estribillos R&B a cargo de ellos o un notable Johnny P. Este desarrollo se aprecia también a nivel instrumental, puros beats G-Funk de calidad donde el sintetizador destaca sobre todo lo demás, con ecos claros a BTNH y temas como Thuggish Rubish Bone.
Tal vez sea el momento de hablar de otra clarísima influencia en Do or Die. Amigo íntimo y estrecho colaborador, Tung Twista fue junto a Common, de los primeros rappers de Chicago con cobertura nacional. Runnin' of Da Mouth fue un éxito de ventas y puso en el punto de mira la particular forma de rapear (inhumana, totalmente inhumana, ¿este tío cuántos pulmones tiene?) de Tung Twista, cuya herencia recogieron con éxito tanto Bone Thugs-N-Harmony como Do or Die y Crucial Conflict.
Bajo el auspicio y éxito comercial (Record Guiness incluido) de Twista se formaron Do or Die, y bajo su influencia y creciente absorción del sonido West Coast crecen como grupo, así como su estilo se va puliendo hasta llegar a su ópera prima y la consagración a través de este segundo LP. Además, el feedback entre ellos es total, así como Do or Die van acrecentando su calidad, también lo hace Twista hasta alcanzar la excelencia en su carrera con Da Resurrection.
Cabe destacar en este segundo álbum la aparición de Val Young. Cantante de R&B que gozó de cierto éxito en los 80 bajo el brazo de Rick James y que supo reciclarse en los 90 a través de sus colaboraciones con artistas de la bahía y L.A.
Los dos siguientes LP's de Do or Die entran en esa época tan extraña y que tanto detesto que va desde finales del 99 hasta 2003, ya sabeis, el hueco entre los últimos retazos de los golden years (para mi no acabaron en el 96) y el nuevo sonido emergente fruto de la influencia del Dirty South. A pesar de todo esto, tanto Victory como Back in The Game son capaces de resistir las comparaciones, y a pesar de no llegar a la altura de sus precedesores, cuando menos, son correctos con temazos puntuales.
Incluso Victory es digno de comentar, aunque únicamente sea por la conjugación en la mayoría de temas de beats extraños (o al menos nada faciles para el estilo de Do or Die), y las partes vocales:
Quizás lo mejor de su cuarto disco sean las colabos de Johnny P, cada vez más presente en el grupo, y el que otorga los momentos de más lucidez:
Los discos de Do or Die continuan, hasta el total de 8. Yo me paré en este cuarto, porque dudo que los siguientes sean capaces de aportar algo nuevo, o de llegar al nivel de calidad mostrado en sus dos primeros trabajos. Si alguien cree que son dignos competidores, que me lo haga saber y les daré una escucha. Pero ya se sabe que grupos formados en los 90, rara vez sacaron algo mejor, o incluso de calidad, en la presente década. Eso está reservado a los más grandes (y a veces ni eso).
En las próxima entrada hablaremos de Crucial Conflict y Snypaz. Keep it tunned!
Hace 5 años
1 comentarios:
olé
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